lunes, 4 de marzo de 2013

Diario, February 26, 2013


Volviendo al “tema cubano”, la comidilla es “la sucesión de los Castros”. Me pongo a pensar y mi conversación sobre Cuba se define más por la discusión de las generalidades y particularidades del proceso histórico que el rol más o menos importante del liderazgo político y militar del país. Lo revolucionario como aspiración ética, como realización estética.

Volviendo al “tema de la Iglesia”, en un par de días el Papa Benedicto deja las sandalias y el anillo del Pescador y se retira a una vida de oración y meditación en los jardines vaticanos. ¡Ah, la Iglesia! Decididamente, no puedo estar al margen de ella. Me hace sentir persona, es en ella que encuentra sentido mi vida espiritual; aun cuando me desmarco de ella, estoy en ella.

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