miércoles, 24 de noviembre de 2010

Written Under Influence


 

I

pensando en tí, celosía mía.


 


 

II

algarabía

ruidos fofos

manos sueltas

palmotean

hacen ruido

parlotear

una lengua se proyecta

vivaracha

coqueta

arpegio del caracol

colillas

restos de alcohol

mesa en el centro

se mueven los pies

contonean la cintura

¿dónde estamos?

¡qué bien se está aquí!

algazara

carnes maceradas

nihil obstat

se acaba el mundo

una vueltecita más a la rosca

teatro

corridas las cortinas

butacas vacías

desorden

silencio

solo

quedo

mustio

Viene, viene

la tristeza con cara de payaso

solo

de pie

en el centro del blanco

taciturno

bebo café

y me duermo.


 


 

III

Sé -y me consta

que he entregado

la utopía,

que he escrito

-con frío y a destiempo

páginas muy breves

broqueladas en el llanto.


 

Siento no haber vivido a la intemperie

guardarme

de un catarro

de un recuerdo


 

Ahora bien

no se diga la

última palabra

hasta tanto

no haya

amanecido.


 


 

IV

En el espejo ocular

noche sabia

oscura densidad de lo ido

brusca cavidad

que es olvido

asesinato

de uno mismo.


 

Muéveme el verme

desencajado

por lo tibio.


 

Desnudo tiro del ombligo

me río de mí mismo.

Consagro con mis manos el vacío

de ver retratado sólo lo que existe

(entre lo tenue y lo desapercibido)

en un hoyo

una grieta

una herida.


 


 

V

Los hombres finiseculares

se bajan los pantalones

para mostrar las bajezas

lo torpe que han sido

en la mañana.


 

Los escritores de hoy

se suben la portañuela

para intentar ocultar

lo que no existe.

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