jueves, 5 de agosto de 2010

Jet lag al llegar a Miami después de un viaje dentro del mismo huso horario de la ciudad; jet lag que se evidencia en cansancio físico, desorientación mental, y que agudiza la falta de sentido de pertenencia, y que se extiende algo más de una semana. Me exijo volver a la rutina –acostarme temprano, regar las plantas, llamar los amigos, salir al parque, a la playa, revisar el librero, releer ciertos pasajes de ciertos autores, alguna poesía auroral, alguna prosa gastada por el uso. La música, los recuerdos, las manos de E, las travesuras de los niños, la visita al padre y a la madre, coartadas para estar y sentir algún gusto, una rasera felicidad.

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